quiero que se escriba
de nuevo esta noche
las manos juntas, el sonido
los muros complacidos
este sagrado zapateo
palabras en racimos
momento
gritar al viento
que es mi dolor más delicioso
la vanidad de siempre vive
desde el juego eterno
de las mil caras;
así quiero
llamar a los días.

rincones

Nos encontré

Nos vi a lo lejos
andando a paso ligero
contando nuestras chances
con los dedos de las manos

más molestos
más cansados
más dolidos
desconfiados

Quizá acaso más humanos

Cercanos, miré las ranuras
en nuestras sonrisas
el tabaco
las cicatrices de nuestros
terrenos ganados

más oscuros
más ancianos
más complejos ya

el fuego emerge
de este cardumen
el cielo gris es el color
de lo venidero